Resumen
Esta investigación analiza cómo los flujos migratorios de las Antillas Menores (particularmente la emigración de la población originaria) son instrumentalizados por potencias anglosajonas (Estados Unidos y Reino Unido) para consolidar un modelo neocolonial en la región. Partiendo de la hipótesis de que la pertenencia a la Commonwealth, el valor geoestratégico de las islas (control de rutas marítimas y proximidad a Venezuela) y su vacío demográfico facilitan este proceso, el estudio demuestra que la migración no responde únicamente a factores económicos internos, sino a una estrategia de reconfiguración territorial.
Mediante una metodología mixta se identifica un patrón entre la dependencia por la inversión extranjera, las remesas y la ausencia de deportaciones masivas hacia estas islas (a diferencia de Centroamérica), lo que sugiere un trato diferenciado. Los resultados revelan que las Antillas son vulnerables a una ocupación soft, donde la migración, el idioma inglés y la religión protestante actúan como vectores de influencia anglosajona. El trabajo concluye con un llamado a la integración regional para contrarrestar esta dinámica, proponiendo la revisión de acuerdos comerciales asimétricos y la creación de mecanismos de protección migratoria.
Palabras clave: neocolonialismo, migración caribeña, geoestrategia, Commonwealth, Antillas Menores.
Abstract
This research analyzes how migratory flows from the Lesser Antilles (particularly the emigration of the native population) are instrumentalized by Anglo-Saxon powers (the United States and the United Kingdom) to consolidate a neocolonial model in the region. Based on the hypothesis that Commonwealth membership, the geostrategic value of the islands (control of maritime routes and proximity to Venezuela), and their demographic vacuum facilitate this process, the study demonstrates that migration is not solely driven by internal economic factors, but is part of a broader territorial reconfiguration strategy. Using a mixed-methods approach, the study identifies a pattern involving dependence on foreign investment, remittances, and the absence of mass deportations to these islands (in contrast to Central America), suggesting a differentiated treatment.
The results reveal that the Antilles are vulnerable to a form of soft occupation, where migration, the English language, and Protestant religion act as vectors of Anglo-Saxon influence. The study concludes with a call for regional integration to counter this dynamic, proposing a review of asymmetric trade agreements and the creation of migratory protection mechanisms.
Keywords: neocolonialism, Caribbean migration, geostrategy, Commonwealth, Lesser Antilles.
INTRODUCIÓN
Las Antillas Menores (Antigua y Barbuda, Barbados, Dominica, Granada, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granaditas, Santa Lucía, Trinidad y Tobago) enfrentan en la última década un fenómeno migratorio acelerado que ha generado consecuencias socioeconómicas críticas: abandono de tierras productivas, vulnerabilidad económica y una creciente injerencia de actores externos en la región. A pesar de su membresía en la Commonwealth, estos territorios carecen de mecanismos de protección efectivos por parte del Reino Unido. Por el contrario, evidencias sugieren que este vacío demográfico y administrativo está siendo aprovechado para consolidar un modelo neocolonial, donde el control geoestratégico de las islas (especialmente por su valor turístico, comercial y su proximidad a recursos petroleros venezolanos) se prioriza sobre la soberanía local.
Este estudio busca responder: ¿Los flujos migratorios en las Antillas Menores reflejan una estrategia de reconfiguración demográfica impulsada por actores externos para consolidar su influencia geoestratégica en la región?, mientras que la hipótesis plantea que la pertenencia de las Antillas Menores a la Commonwealth y su valor geoestratégico para el control de recursos (petróleo especialmente) y el aislamiento de Venezuela han incentivado flujos migratorios que favorecen la influencia anglosajona en la región.
El análisis se aborda desde un enfoque crítico geopolítico, combinando datos demográficos (tasas de migración, tenencia de tierra) con evidencia de políticas internacionales que impactan la región. El objetivo es demostrar cómo los flujos migratorios no responden únicamente a factores económicos internos, sino a una estrategia orquestada de desposesión.
DESAROLLO
Comencemos mencionando el contexto, si bien el Caribe tiene una larga historia de migración, tanto en la misma región como hacia otras partes del mundo se ha creado una significativa concentración en lugares como Estados Unidos, Canadá, Reino Unido y Europa. Muchas personas atraviesan y ocupan el Caribe en su camino hacia el norte del continente y Europa, además de trasladarse entre diferentes islas caribeñas.
Los países del Caribe que reciben a estos migrantes enfrentan también grandes desafíos: Por un lado, tienen altos niveles de deuda que limitan su capacidad para invertir en infraestructura adecuada y sostenible que pueda cubrir las necesidades crecientes de la población. Por otro lado, el aumento de la violencia es un problema que se vuelve cada vez más difícil de controlar, lo que afecta la estabilidad social y la calidad de vida de todos sus habitantes. Según datos de la CEPAL para 2020 la región de América Latina y el Caribe es una de las principales regiones de origen de la migración teniendo un total de 42,8980,481 migrantes, de los cuales la gran mayoría son intrarregionales.
El mismo organismo afirma que “la subregión del Caribe presenta una de las mayores diásporas del mundo en proporción a su población” (Cecchini y Martínez, 2023).
Gráfica 1
América Latina y el Caribe: porcentajes de inmigrantes y emigrantes respecto a la población, por subregiones, 2020.
Nota. adaptada de “Migración internacional en América Latina y el Caribe: una mirada de desarrollo y derechos” de Cecchini y Martínez, 2023, p. 239, de CEPAL
Pasemos a abordar otro punto importante que son los desastres naturales y el mal clima, que aunque podamos preguntarnos si esto se enlaza con la migración pues efectivamente se crean serios problemas para las personas en el Caribe, especialmente para aquellos que dependen de la agricultura y la pesca, pues los huracanes, sequías e inundaciones afectan la producción de alimentos en los países más pobres dado que muchos de estos países importan alimentos y cualquier problema en la producción local aumenta los costos de importación. Además de que la pandemia de COVID-19 en su momento y otros problemas globales de suministro han empeorado la situación.
Ahora bien, resulta interesante que no existe suficiente información sobre el origen de quienes migran teniendo a las Antillas como destino, pero sí existen algunos países con una composición mayoritaria de migrantes. Se puede sospechar el origen de esa migración por una simple comparación en cuanto a la religión, pues, por ejemplo, en Dominica y Santa Lucía según datos del World Factbook de la CIA, la mayor parte de la población es católica y casi un tercio de la misma es protestante (recordar que esta religión tiene su origen y zona de influencia en los países anglosajones), mientras que en la mayor parte de los países de la región la religión dominante es esta última.
Gráfica 2
Migración y Remesas en el Caribe
Nota: adaptada de “Infographic Migration and Remittances in the Caribbean”, 2019, de BBVA.
Resulta interesante que, si consideramos lo anteriormente expuesto y que también estos países tienen el inglés como idioma oficial, se comprende la afirmación realizada por Migration Policy que establece que la mayor parte de los inmigrantes provenientes del Caribe obtienen una residencia permanente por medios legales, ya sea por lazos de familia cercana, como refugiados o por asilo. También proporciona información sobre la baja probabilidad de estos a tener dificultades con el idioma inglés.
Con esto manifestado, es plausible afirmar que existe una mayor cercanía religiosa y lingüística entre las naciones de esta región y las potencias anglosajonas.
Ahora podemos dar entrada a otro rubro que permite sostener la defensa de esta hipótesis, esto es la historia, pues a lo largo de la misma los Estados Unidos de América han impulsado una política de control y sometimiento de la región a sus intereses, no fue gratuita la guerra Hispano-Estadounidense, que logró la “independencia-dependiente” de Cuba, pues solo cambio al destinatario de su vasallaje. Por otro lado, en su momento y gracias al Corolario Roosevelt Estados Unidos se concedió el derecho de intervenir en los países de la región si éste consideraba necesario restaurar el orden que dichas naciones no podían proveer para garantizar la seguridad de los intereses de los inversores de la potencia norteamericana.
Con lo anterior en mente se procederá a explicar muy brevemente porque las potencias anglosajonas no actúan de manera agresiva y lo hacen desde las “sombras”, pues se debe mencionar que gracias al establecimiento de un marco legal a nivel mundial una acción tan agresiva como las de antaño les dejaría en una muy mala posición diplomática y de prestigio internacional, que es otro de los elementos clave a la hora de buscar establecer negociaciones con otras naciones a nivel internacional. Por tanto, el establecimiento de una política de desprestigio internacional contra regímenes contrarios a sus intereses, como en el caso de Venezuela, combinada con una política de ocupación soft y el establecimiento de un modelo neocolonial para los países de las Antillas menores, permitiría establecer un bloqueo marítimo y comercial contra Venezuela con el objeto de cortar de tajo el apoyo que sus aliados internacionales (Rusia, Irán y China) pudieran prestarle y, de este modo, ejercer mayor presión en la sociedad venezolana para controlar la caída y ascenso de regímenes en la nación sudamericana. En sí es una dinámica de aparente ganar-ganar donde el dominio del habla inglesa y su pasado colonial les favorece endógena y exógenamente en temas de migración (inmigración y emigración) a los países de las Antillas Menores:
Las contribuciones de la migración internacional al desarrollo sostenible, por ejemplo, al crecimiento económico, y otras dimensiones como la dimensión demográfica y la cultural, son significativas. Mediante el trabajo, el emprendedurismo, la innovación y los aportes tributarios, las personas migrantes contribuyen al crecimiento del PIB de los países de destino. Asimismo, en varios países de la región, la población se encuentra en etapa avanzada de envejecimiento, lo que permite prever la necesidad de intercambios de población en edad de trabajar [...] Las personas migrantes aportan también a sus países de origen por varios medios, como cuando comparten sus experiencias en planos como los emprendimientos y los proyectos privados de inversión o las redes de investigación con centros de estudios y tecnologías, entre otros. En tal contexto, las comunidades en el exterior pueden ser un capital para el país de origen y ello cobra gran visibilidad por medio de las remesas, que constituyen transferencias de ingresos desde el exterior que contribuyen a satisfacer las necesidades básicas de los hogares perceptores. (Cecchini, S., & Martínez, J., pp. 242,244).
Por otro lado, es curioso observar como los diez países con mayor cantidad de deportados no incluye a ninguna nación de la región de las Antillas Menores, incluso en mitad del discurso xenófobo del actual presidente de los Estados Unidos (Donald J. Trump), pues los datos proporcionados por el medio “La Nación” establecen que México es el primero con 87,298 deportados en 2024, seguido por Guatemala con 66,435, Honduras 45,923, El Salvador 15,284, Colombia 14,268, etc.
Esto sostiene la afirmación realizada por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) que menciona a la región de Centroamérica como el área de origen mayoritario de los flujos de migrantes que transitan con la intención de llegar a los Estados Unidos.
Otro punto importante es en el ámbito de las inversiones, pues la gran mayoría de las naciones de las Antillas Menores son parte del Caribbean Basin Initiative (CBI) que son una serie de programas comerciales que resultan ser un elemento esencial en la relación comercial y económica de los Estados Unidos con los países del Caribe. La intención de este acuerdo es intentar facilitar el desarrollo económico y la diversificación de exportaciones de las naciones del Caribe. Actualmente el acuerdo proporciona a 19 países beneficiarios acceso libre de impuestos al mercado estadounidense para la mayoría de los productos.
Por último, pero no menos importante, está el tema de las tan famosas remesas, pues si bien le puede resultar benéfico a la nación que expulsa migrantes el contar con un ingreso por esta vía, es importante decir que es un medio de ingresos poco estable, pues depende tanto de la situación particular de sus connacionales, como de las condiciones políticas de los Estados de origen de las remesas. El ejemplo por excelencia de esto es México, que al tener un elevado índice de dependencia de las remesas actualmente se ve afectado por el intento de gravar un impuesto extra a las mismas por parte del controversial gobierno del 47° presidente de los Estados Unidos, ya que los datos revelan que en este caso México recibió cerca de 1.79 billones de dólares en remesas en 2024 lo cual representa un 3.6% del PIB de esta nación.
En cuanto a los países de las Antillas, la situación no es muy diferente, pues en promedio ostentan cerca del 3.63% de participación de las remesas en el PIB de los países de la región, sin embargo, el país con mayor dependencia es San Vicente y las Granadinas con un 8.6 % respecto al PIB, no es gratuito que el mismo World Factbook de la CIA le califique como una economía de ingresos medios altos, diferenciándolo otros, por ejemplo, Trinidad y Tobago en este caso las remesas son solo el 0.7% del PIB de la nación y por tanto se le considera una economía de altos ingresos, además de que cuenta con grandes reservas de divisas y fondo soberano de riqueza. Estos últimos son definidos como “un vehículo de inversión propiedad de los países. La mayoría funciona como una cuenta de inversión, una herramienta de desarrollo o una combinación de ambas. Están diseñados para servir como un fondo de reserva, permitiendo que el dinero actual se invierta en beneficio de las generaciones futuras” (The Guardian, 2025).
CONCLUCIONES
En conclusión, la alta dependencia de las naciones de las Antillas Menores (Antigua y Barbuda, Barbados, Dominica, Granada, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granaditas, Santa Lucía, Trinidad y Tobago) las hacen más vulnerables a las presiones externas que puedan tener como intención el establecimiento de un modelo neocolonial con el propósito de ocupar las islas tanto para explotarlas turísticamente, como para utilizar su posición y establecer un bloqueo a los países de la región de Centroamérica y del norte de Sudamérica. Esto le resultaría de gran utilidad a Estados Unidos, ya que le permitiría controlar las relaciones comerciales (y con ello la economía) de las naciones de esta región, así como el ejercer su poder para evitar la competencia con otras potencias, como actualmente son China, India, Unión Europea, Rusia. De este modo lograría restaurar el modelo del Corolario Roosevelt y establecer una vez más a gran parte del continente americano como su zona de influencia.
Por último, y considerando lo expuesto en este trabajo, se hace imperativo lanzar el llamado tanto a los países de la región de las Antillas como a las naciones y regiones vecinas, dado que la posición estratégica de esta isla les hace esenciales para la defensa de los intereses y la libertad de los pueblos de América Latina. Además, la cooperación también debe de ser en aras de mejorar las condiciones de estas poblaciones que desde la época de la colonia han sufrido de desplazamientos y genocidios sistemáticos para mantenerlas bajo control de las potencias coloniales. El mensaje es claro, si el sur global no se une para enfrentar a las potencias externas a la región, nunca se podrá hablar de una verdadera independencia de los pueblos de la América.
Referencias
Cecchini, S., & Martínez, J. (2023). Migración internacional en América Latina y el Caribe: Una mirada de desarrollo y derechos. Revista de la CEPAL, 141, p. 234–250. https://repositorio.cepal.org/server/api/core/bitstreams/93d4c7e7-4186-487c-a57a-0efe774050f1/content
Infographic migration and remittances in the caribbean | bbva research. (s/f). Recuperado el 8 de junio de 2025, de https://www.bbvaresearch.com/en/publicaciones/infographic-migration-and-remittances-in-the-caribbean/
Los países latinos con más deportados de Estados Unidos. (2025, enero 30). LA NACIÓN. https://www.lanacion.com.ar/estados-unidos/migraciones/los-paises-latinos-con-mas-deportados-de-estados-unidos-nid29012025/
Observatorio de complejidad económica. (s/f). Observatorio de Complejidad Económica. Recuperado el 8 de junio de 2025, de https://oec.world/es/
The world factbook—The world factbook. (s/f). Recuperado el 8 de junio de 2025, de https://www.cia.gov/the-world-factbook/
What is a sovereign wealth fund and why is Trump creating one now? (2025, febrero 4). The Guardian. https://www.theguardian.com/business/2025/feb/04/sovereign-wealth-funds-donald-trump-what-is-it-why
Zong, J., & Batalova, J. (2019, febrero 13). Caribbean inmigrants in the United States. Migration Policy Institute. https://www.migrationpolicy.org/article/caribbean-immigrants-united-states-2017
Excelente artículo!
ResponderBorrarMe encantó, está muy bien estructurado todo, felicidades
ResponderBorrarGran artículo!
ResponderBorrarMuy bueno
ResponderBorrarExcelente artículo muchas felicidades a este grupo de jóvenes genera un alto impacto en la sociedad
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